Critica Iglesia Católica «Plan de Estudios 2022» en México
En el marco del Dia del Maestro, la iglesia católica precisó que es necesario hacer un reconocimiento a la destacada labor de quienes realizan la noble tarea de construir, con generosidad y paciencia, la sociedad mexicana del futuro, pero criticó el nuevo modelo educativo presentado por la Secretaría de Educación Pública.
En el editorial del semario «Desde la Fe», la iglesia católica detalló que el Papa Francisco ha hecho innumerables esfuerzos por impulsar el tema educativo a través del Pacto Educativo Global. En él se exhorta a toda la sociedad a hacer conciencia de que la educación no es sólo un tema de los maestros, sino de toda la sociedad.
Por ello, resaltó, ve con optimismo que el nuevo “Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana” que asume la perspectiva comunitaria de la educación, buscando que los alumnos desarrollen sus capacidades y los valores que desde su familia y sus comunidades les han sido inculcadas.
Sin embargo, detalló que ven con preocupación que esta perspectiva comunitaria posee una lectura sesgada de la comunidad, pues en una lectura idealista de ella, excluye la experiencia religiosa, ignora la necesidad productiva del ser humano y niega la parte violenta que el crimen organizado ha impuesto sobre cientos de comunidades mexicanas.
«En el plan educativo vigente se propone que la educación, además de ser laica y gratuita, sea de calidad e incluyente. Se pide en ella que el Estado garantice el acceso a la escuela a todos los niños, niñas y jóvenes, independientemente de su entorno socioeconómico, origen étnico o género; y que se les ofrezcan aprendizajes y conocimientos significativos, relevantes y útiles para la vida», subrayó.
Además, mencionó que el que se eliminen las exigencias curriculares, dejándolas al arbitrio del maestro, y se anulen las evaluaciones nacionales o internacionales, por juzgarlas excluyentes de los más débiles, traerá como consecuencia que el sistema educativo no impulse el esfuerzo de la virtud, sino que promueva la ley del mínimo esfuerzo. Este principio ha de preocupar enormemente no sólo a los padres de familia, sino a la sociedad entera que se quedará sin jóvenes dispuestos a crecer y prosperar.
«Tarea difícil tendrán los maestros para asumir esta propuesta educativa plagada de prejuicios contra nuestro pasado y llena de incertidumbres hacia nuestro futuro».