Cárcel municipal en Tuxtepec, foco rojo ante asesinatos de ciudadanos en separos municipales
La cárcel municipal de San Juan Bautista Tuxtepec; Oaxaca, en la Cuenca del Papaloapan, es un «foco rojo» ante los recientes casos de personas detenidas por faltas administrativas y que horas más tarde son encontradas muertas en su interior.
La noche de este sábado Andrés Conrado la libró, sí logró salir vivo de los separos de la policía municipal, sin no antes pasar por diversas anomalías y violaciones a sus derechos humanos.
Aunque reconoce y cumplió con las multas por la falta administrativa cometida, también detectó diversas inconsistencias cometidas por la corporación policiaca.
Luego de ser detenido por una violación al reglamento de tránsito y vialidad estatal, la primera ilegalidad fue la invasión o usurpación de funciones de la Policía Municipal, porque tuvo que dar parte a la Delegación de la Policía Vial estatal para que levantara las multas correspondientes.
Afortunadamente la patrulla sí lo trasladó realmente a los separos municipales, y no ocurrió como en otras situaciones, en las cuales no se sabe a donde llevan a los ciudadanos detenidos, incrmentando asi la larga lista de personas desaparecidas y no localizadas en México.
Posteriormente, al ingresar a la cárcel municipal la Policía no le leyó su «cartilla de derechos», tampoco le permitió comunicarse con algún familiar o abogado para tratar su asunto. Afortunadamente, ante unos uniformados distraídos y poco capacitados, pudo marcar a sus familiares para comentar lo sucedido.
Su familia contactó a un abogado para que se apersonara en los separos y conocer la manera en que fue aprehendido; pero la policía incomunicó totalmente a Andrés Conrado, impidiendo el acceso a su representante legal.
Asimismo, sin dar parte a la Policía Vial, elementos de la Policía Municipal, típico de su actuar lleno de vicios y «negocios» turbios con empresas de arrastre y encierro en Tuxtepec, y pese a que los familiares exigieron mostrar un protocolo de actuación o la reglamentación municipal que establece la forma de detención y envíos de vehículos a algún encierro, se negaron a justificar su actuar.
Lejos de ello, corrieron a la familia y al representante lugar de la explanada del palacio municipal frente a los separos, y amenazaron con encerrar a un familiar por «alterar el orden público», cuando sólo demandaba justificar el actual de la Coorporación Municipal.
Poco más tarde, cuando la familia solicitó poder pagar la multa para liberar a a Andrés Conrado y evitar que, como pasa normalmente en las cárceles municipales de Oaxaca, le arrebataran la vida, la Policía señaló que la Juez no estaba, por lo tanto se tendría que quedar hasta el siguiente día.
Tras localizar a la Juez de turno, la policía manifestó a los familiares que podían pagar la multa, afirmandoles que le «hacían un favor porque Andrés no debería salir de los separos», dicho esto realizaron el cobro, un recurso que ingresa a las arcas municipales sin un claro destino, no entregaron a Andrés ni a sus familiares un comprobante o recibo de pago.
