En México, 4 de cada 10 víctimas de delitos sexuales son niños y niñas
En México, 4 de cada 10 delitos sexuales se cometen en contra de menores de edad y por ello a nivel global, es el país que presentó un incremento en las denuncias sobre violencia sexual infantil a través de Internet en un 117 por ciento, señaló Yil Felipe Wood, especialista y representante de ChildFund México.
De acuerdo a la especialista, organizaciones internacionales dedicadas a la investigación y prevención de este tema, consideran que los delitos sexuales en contra de menores, “son un tsunami y no una epidemia para la sociedad, eso nos lleva a la idea de una catástrofe que hay que dimensionar porque tiene consecuencias muy graves en la salud de las víctimas y sus familias“, especialmente porque los delitos sexuales muestran que NNA se han convertido a la par en víctimas de otros delitos.
En el Marco del anuncio de la realización del Primer Congreso Internacional “Soluciones contra la Violencia Sexual. Innovación y Aportaciones para la Prevención y Atención de niñas niños y adolescentes” que se realizará en la Ciudad de México los días 15, 16 y 17 de noviembre, una veintena de organizaciones internacionales de la sociedad civil, entre ellas Aldeas Infantiles SOS , anunciaron que es urgente atender este delito ya que de acuerdo a la cifra oficial en México, cada año se cometen 600 mil, lo que convierte a 1 de cada 3 niñas y 1 de cada 5 niños en víctimas antes de los 18 años.
Entre los temas que se habrán de abordar, aparte de los modelos de prevención, atención, denuncia, y políticas públicas en diferentes países, será el uso de las redes sociales de niños, niñas y adolescentes ya que al menos 25% de éstos usa redes sociales con perfiles públicos; 54 por ciento de los más de 5 mil encuestados de entre 18 y 20 años de 54 países, ya han declarado haber sufrido al menos un daño sexual Online.
De acuerdo Edgar Serralde, representante de Aldeas Infantiles SOS, la violencia sexual en contra de menores es uno de los muchos males que hay en el país, donde el tejido social está roto y estos esfuerzos sirven para tratar de recuperarlo, ya que las consecuencias para la sociedad y las propias víctimas no es a futuro sino que se reflejan de manera inmediata y por ello es urgente atenderlo, prevenirlo y crear políticas públicas que no se queden en el papel e involucrar a la sociedad.