El Nosocomio General de Tuxtepec está colapsado, el Gobierno de Alejandro Murat está por irse, llevandose también la esperanza de vida para muchos cuenqueños y cuenqueñas que esperan el final de sus enfermos en camas y espacios sin servicios, insumos, ni medicamentos.
«Venimos desde Ixcatlán para internar a una persona; pero nos pidieron la prueba de Covid-19 que tuvimos que hacer en un laboratorio particular, porque nos dijeron que no tienen», dijo Martha, cuyo tío necesitó de urgencia ser internado.
«No tienen nada, ya se va el Gobernador Murat y nos deja sin medicamentos, tampoco hay rayos x, nosotros los familiares tuvimos que pagarlo externamente, no podemos entrar a los baños, no podemos ni cagar», denuncio con muina la usuaria del colapsado Servicio de Salud de Oaxaca (SSO).
Al igual que Martha, los pacientes y sus familiares que lleguen en busca de un derecho humano que le corresponde al Estado garantizar con calidad y calidez, lo único que pueden esperar en el hospital de Tuxtepec es la gravedad de la enfermedad y, en casos peores, la muerte, porque la unidad médica no cuenta con lo necesario.
Las familias tampoco cuentan con el recurso para comprar todos los medicamentos que les piden los médicos, ya que en el hospital les dicen que «no cuentan con ellos y los deben comprar uno mismos».
Cuando los pacientes internados necesitan estudios urgentes como rayos x o tomografías, también estos corren a cargo de los familiares que, como pueden y de donde pueden, sacan recursos para buscar el bienestar de sus seres queridos.
