Eduardo CONTRERAS
El Estado de Oaxaca, literal, es un «polvorín» de conflictos agrarios que en cualquier momento pueden tornarse violentos y arriesgar la gobernabilidad y paz en las regiones de la entidad.
En su comparecencia ante el Congreso de Oaxaca, el titular de la Secretaría General de Gobierno, Francisco García López, informó que en Oaxaca están activos 308 conflictos agrarios.
De estos 25 son de alto riesgo, y que en cualquier comentó podrían desatar su esos delictivos y enfrentamientos si no reciben la debida atención gubernamental.
En tanto 57 son de mediano riesgo, que también son peligrosos.
Según la autoridad estatal, 226 conflictos más son catalogados de bajo riesgo; sin embargo, estos también representan un dolor de cabeza para los pueblos y comunidades que viven en disputa.
